¿Cómo está tu corazón?
agosto 2011 - Tiempo de lectura 2'38 minutos

Un amigo, hace mucho tiempo me honró con una descripción que hizo de mi persona, me dijo: “tienes buen corazón”.
Por supuesto eso me hizo sentir bien, pero al mismo tiempo me hizo reflexionar ¿qué es un hombre de buen corazón?
Todos los religiosos de aquella época, los expertos y maestros de la Biblia, habían cometido un grande error, se había olvidado, irónicamente, de lo más importante de toda la vida. De la voluntad Dios.
¡¿Qué?! Pero si estos tipos todo el tiempo se la pasaban leyendo la Biblia, y todo el tiempo se la pasaban en los templos, todo el tiempo hablaban de Dios. ¿Cómo que no conocían a Dios?
Es verdad ellos hacían todo eso y seguramente más cosas que esas, no obstante se habían olvidado de las verdaderas intenciones de Dios hacia nosotros. De su gran amor y compasión hacia nosotros. A lo que hoy en día conocemos como gracia divina.
Ellos lo sabían perfectamente, incluso Jesús, una vez les hizo un pequeño test con respecto a esto, un hombre viajaba de “x” lugar a “y”, pero para no variar fue asaltado, y abandonado medio muerto en el camino, un maestro de la Biblia lo vio y prefirió pasar al otro lado de la acera para no evitarlo, de modo similar un experto de las Santas Escrituras hace malabares para evitarlo, sin embargo un hombre que pasaba por ahí, lo ayuda y lo conduce a un hotel, y no sólo eso, sino que le paga una noche para que esté tranquilo. Jesús termina diciendo ¿Cuál de los dos se comporto como prójimo? El maestro de la Biblia contesto correctamente: “el que tuvo compasión de él”.
Es de esto de lo que habla Jesús aquí, no importa si eres flaco, si eres gordo, si eres grande, si eres chaparro, si te gusta el futbol, si te gusta el baloncesto, si te gusta bailar, sino te gustar bailar, si tienes problemas, si te equivocas, etc., no importa nada de eso, lo único que importa es lo que hay dentro de tu corazón.
¿En qué estas pensando todo el día? De eso si debes preocuparte. De ahí salen los violadores, los asesinos, robos, orgullo, envidia, insensatez, etc.
Eso es lo que verdaderamente importa nuestro corazón, no importa si vas todos los días al templo o te reúnes con la iglesia, si tu corazón no está en sintonía con el de Dios, no importa que todos los días ores, si tu corazón esta marchito, no importa que leas la Biblia todos los días sin falla, si no tienes corazón.
Todos deberíamos hacernos esta pregunta ¿Cómo está mi corazón?
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