¿De qué sirven las posesiones y la fama?
En los breves segundos que duró el accidente automovilístico, sintió que saltaba hacia el infinito y que, bajo sus pies, no había nada, salvo un vacío enorme hacia el que avanzaba a pasos agigantados. Atrás quedaron los días en los que su nombre aparecía en los principales diarios norteamericanos, su figura hacía soñar a las jovencitas y su rostro de niño bueno engalanaba tres películas que saltaron a la fama.
James Deam murió cuando apenas comenzaba a vivir. Un soleado mediodía en la autopista Pablo de Robles, en dirección a Los Ángeles. El sol brillaba en lo alto, invitando a disfrutar. Iba camino de los estudios cinematográficos. Estaba terminando de grabar la película “Gigante”.
Nació para ser un ganador pero terminó como un perdedor. Tenía todas las potencialidades para llegar lejos: entusiasmo, perseverancia y metas claras de hacia dónde quería llegar. Partió a la eternidad cuando apenas cumplía sus 24 años y frente a sus ojos se abría un horizonte prometedor.
Nació para ser un ganador pero terminó como un perdedor. Tenía todas las potencialidades para llegar lejos: entusiasmo, perseverancia y metas claras de hacia dónde quería llegar. Partió a la eternidad cuando apenas cumplía sus 24 años y frente a sus ojos se abría un horizonte prometedor.
¿En qué cifra sus esperanzas?
James Deam vivió deprisa, murió joven y nunca llegó al mañana. ¿De qué sirvieron sus posesiones materiales, su fama y un futuro prometedor? Absolutamente de nada. La soledad y una incesante búsqueda de paz, le llevaron a lo que menos imaginó: la muerte.
Igual su vida. Tal vez lo tiene todo, pero no tiene sosiego. Su mañana es incierto. Es más, si falleciera ahora mismo, no sabe a dónde iría a parar su alma.
El Señor Jesús advirtió a propósito: “… Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.” (Mateo 16:25-27).
Sus metas en la vida deben ser diferentes. El primer lugar debe ocuparlo Dios; el segundo, su familia y, el tercero, el trabajo y las demás ocupaciones. Revise sus prioridades. No descuide lo más importante, lo que de verdad cuenta: Su alma y el vivir plenamente…
Sepa que el día para tomar la decisión de recibir a Jesucristo es hoy. Es el principio de una nueva vida….
Igual su vida. Tal vez lo tiene todo, pero no tiene sosiego. Su mañana es incierto. Es más, si falleciera ahora mismo, no sabe a dónde iría a parar su alma.
El Señor Jesús advirtió a propósito: “… Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.” (Mateo 16:25-27).
Sus metas en la vida deben ser diferentes. El primer lugar debe ocuparlo Dios; el segundo, su familia y, el tercero, el trabajo y las demás ocupaciones. Revise sus prioridades. No descuide lo más importante, lo que de verdad cuenta: Su alma y el vivir plenamente…
Sepa que el día para tomar la decisión de recibir a Jesucristo es hoy. Es el principio de una nueva vida….
Autor: Pastor.Fernando Alexis Jimenez
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