lunes, 29 de agosto de 2011

Una Línea siempre Libre



Aún no está la palabra en mi lengua,
y he aquí, oh Señor, tú la sabes toda.

Salmo 139:4.

Antes que clamen, responderé yo;
mientras aún hablan, yo habré oído.

Isaías 65:24.





        Trato de comunicarme con mi amigo por teléfono, pero un mensaje registrado me responde: «Su corresponsal está en línea; le avisaremos de su llamada». Esto significa que una vez más la línea está ocupada, ¡y me siento frustrado porque tengo un mensaje urgente para él!

       Entre el cielo y la tierra la línea directa nunca está saturada. Más directa y rápida que cualquier conexión entre los humanos, nos pone en relación con nuestro Dios.

       Cristiano, ¿sabe usted que Dios lo ve y lo oye de manera permanente? “Los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones” (1 Pedro 3:12).

       A veces Dios responde inmediatamente a los que se dirigen a él; así sucedió en el caso de Eliezer, a quien Abraham encargó una misión de confianza: hallar una esposa para su hijo Isaac. Antes de que acabara su oración, apareció Rebeca (Génesis 24).

       El rey Ezequías, al enterarse de que iba a morir, suplicó a Dios que le otorgara una prórroga, e inmediatamente Dios le contestó: “Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí que yo te sano” (2 Reyes 20:5).

       Pero a veces no responde enseguida. ¿Significa esto que él no oyó? ¡No!, pero la espera es portadora de un bien más grande, de una formación específica en la escuela de Dios. ¡No se desanime! Confíe en él, ya verá como él obrará. 

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